Aviso para navegantes: las criptomonedas carecen de red de seguridad
por Heisenberg Report (2022)
Dije que no iba a escribir sobre FTX y Sam Bankman-Fried, y Dios sabe que no quiero hacerlo.
En mi opinión parcialmente informada (1), las criptomonedas, la Web3 y las finanzas descentralizadas no son aptas para ser tomadas en serio por ningún inversor que se precie (y mucho menos por inversores institucionales) y pueden suponer un riesgo de contagio significativo (pero afortunadamente no sistémico) para los activos tradicionales e incluso para la economía en general.
Fue esta última consideración la que finalmente me impulsó a opinar sobre lo que, con justicia, podría decirse que es el acontecimiento más drástico hasta la fecha en un año de gran tensión para las criptomonedas y todo lo relacionado con ellas. Para los nuevos lectores, cabe destacar que no soy un "anti-coiner" ni alguien que no haya intentado adoptar las finanzas descentralizadas y la Web3 en general. El artículo enlazado arriba detalla mis sinceros esfuerzos por involucrarme, tanto como inversor como mecenas bienintencionado de la fotografía tokenizada (es decir, arte NFT). Sigo teniendo Bitcoin y conservé los NFT que compré para la posteridad.
Algo que aprendí este año, escribiendo incansablemente sobre finanzas descentralizadas, es que la mayoría de los inversores serios no se preocupan por los detalles, en parte porque la industria a menudo parece operar en un círculo vicioso desesperantemente autoreferencial. Es una forma educada de decir que, para muchos escépticos, la omnipresencia del razonamiento circular en el sector sugiere que el ecosistema funciona con dinámicas Ponzi y, por lo tanto, no vale la pena analizarlo.
Basándome en varias conversaciones privadas que tuve el martes, algunos opinan lo mismo sobre la unión forzada entre Binance y FTX. Es decir: algunos críticos de las criptomonedas lo interpretaron como una empresa de marketing multinivel que rescata a otra, con el fin de evitar el colapso des sistema piramidal que ambas compartían. Mi elección de marketing multinivel como analogía no es óptima, pero me permite explicar lo que pienso sin sugerir irregularidades. El marketing multinivel no es ilegal en la mayoría de las jurisdicciones y puede ser una forma completamente legítima de hacer negocios.
Sin entrar en detalles que no interesan a los lectores, FTX se topó con lo que describió como problemas de liquidez después de que Zhao "CZ" Changpeng, de Binance y el hombre más rico del mundo de las criptomonedas, anunciara su intención de vender más de 500 millones de dólares en la moneda nativa de FTX (2), lo que desencadenó un éxodo. Bankman-Fried y Zhao anunciaron posteriormente un acuerdo tentativo para que Binance adquiriera FTX por una suma no revelada, probablemente similar a cero.
Todo el episodio se desencadenó por preguntas sobre Alameda Research, propiedad de Bankman-Fried, una empresa de arbitraje cuantitativo que, según un informe, tenía una parte significativa de sus activos en la moneda FTX. Como escribió CoinDesk, la fuente de la noticia (3), «no hay nada inapropiado ni incorrecto en ello, pero demuestra que el gigante del trading de Bankman-Fried se basa principalmente en una moneda inventada por una empresa hermana, no en un activo independiente como una moneda fiduciaria u otra criptomoneda».
Eso motivó la decisión de Zhao de vender las criptomonedas FTX que tenía, y FTX sufrió posteriormente ventas por valor de 6.000 millones de dólares en tan sólo 72 horas antes del martes (4), lo que obligó a Bankman-Fried a pedir ayuda a Zhao. Durante los últimos meses, Bankman-Fried asumió el rol de John Pierpont Morgan, tras rescatar a varios actores de la industria en dificultades. Como lo expresó Matt Levine, "CZ SBF'ed SBF".
El miércoles, Bloomberg afirmó que era improbable que Binance concretara el acuerdo. "El problema radica en que, tras las análisis correspondientes, los ejecutivos de Binance concluyeron que la diferencia entre pasivos y activos en FTX probablemente sea de miles de millones, e incluso de más de 6 mil millones de dólares", escribieron Vildana Hajric y Muyao Shen, citando a una fuente cercana (5). Binance confirmó posteriormente la información. "Como resultado de los análisis corporativos, así como de las últimas noticias sobre fondos de clientes malversados y presuntas investigaciones de agencias gubernamentales estadounidenses, hemos decidido no continuar con la posible adquisición de FTX", anunció la compañía.
La referencia a las "supuestas investigaciones de agencias estadounidenses" se refería a otra fuente (6), en la que Bloomberg afirmaba que, además de las preguntas sobre los fondos de los clientes, la SEC y la CFTC están investigando la crisis de liquidez de FTX y la relación entre la plataforma y su filial estadounidense, así como con Alameda. "La investigación de la SEC comenzó hace meses como una investigación sobre FTX US y sus actividades de préstamos de criptomonedas", según las fuentes.
Es posible que este sea el punto de inflexión para las criptomonedas. No profundizaré en esta evaluación. En cambio, me abstendré de entrar en detalles sobre la historia de FTX- Binance y hablaré en términos generales para que sea accesible al público general y, por lo tanto, valga la pena leerlo.
La banca de reserva fraccionaria es una especie de esquema Ponzi. Si todos acuden al banco al mismo tiempo exigiendo su dinero en efectivo, en ese mismo instante, el banco quiebra. Todos lo saben. O al menos eso espero. Además, todo el sistema financiero es autorreferencial y, como aprendimos en 2008, las crisis de liquidez pueden colapsar el sistema si todos dejan de confiar en sus contrapartes. Además, todo nuestro sistema de creación de crédito y, en gran medida, toda la economía, se basa en vencimientos no sincronizados y la transformación de liquidez. El sistema bancario generalmente toma prestado a corto plazo para prestar a largo plazo (por ejemplo, hipotecas), y los activos ilíquidos se agrupan, en una especia de alquimia financiera, en activos aparentemente líquidos (por ejemplo, ETFs de crédito de alto rendimiento). La razón por la que todo esto funciona es simple: existe un prestamista (o, para decirlo de foma moderna, un dealer (traficante)) de última instancia con la capacidad de proporcionar liquidez ilimitada en una moneda de reserva y/o de crear mercados y cerrar diferenciales.
Aquí está la clave: JPMorgan no es un prestamista de última instancia. Bank of America tampoco. Ese no fue el papel que desempeñaron en 2008 con Bear Stearns y Merrill. La Reserva Federal es el único prestamista de última instancia en el sistema financiero estadounidense. Bankman-Fried podría haber sido el JPMorgan de las criptomonedas (hasta que Binance se convirtió en su JPMorgan), pero ni Bankman- Fried ni Zhao Changpeng son el prestamista de última instancia de las criptomonedas. Las criptomonedas no tienen prestamista de última instancia (y están orgullosas de ello). Se supone que ese es un argumento de marketing. Pero, como he intentado explicar a innumerables entusiastas de las criptomonedas, sin éxito, todo sistema que utilize cualquier versión de banca de reserva fraccionaria, para poder hacer frente a cualquier tipo de desajuste de vencimientos o de problemas de liquidez, debe tener un prestamista de última instancia. Si no lo tiene, una grave crisis de liquidez pondrá, por definición, el sistema al borde del colapso. No puede ser de otra manera. Esa evaluación es tautológica, no es debatible: es cierta por definición.
Quizás esto no sea relevante para Bitcoin en sí, de forma aislada. Pero sí lo es para prácticamente todo lo demás en el mundo de las criptomonedas. Y aquí lo dejo, porque no hay nada más que decir al respecto.